La crisis presupuestaria de las Universidades Públicas afecta directamente el salario docente.

La defensa por la educación pública durante la Marcha Federal Universitaria incluye también la visibilización del reclamo de docentes y no docentes por la recomposición de sus sueldos: desde el inicio del gobierno de Javier Milei, perdieron entre el entre el 40 y el 50% lo que representa un deterioro inédito en el sector.
Desde el Ministerio de Capital Humano publicaron un comunicado donde ratificaron que “no existe pobreza entre estos sectores” y generalizó que cada profesional cobra entre 1 y 1,4 millones de pesos. Pero, ¿qué tan alejado de la realidad está esa percepción del Gobierno?.
En el anuario publicado por el ex Ministerio de Educación, ahora Capital Humano, en 2022 informó que el solamente 10% de los docentes tienen una dedicación “exclusiva”, mientras que “semiexclusiva” el 17%, y “simple” casi el 70%. Esto significa que muy pocos profesionales llegan a cobrar los sueldos mencionados por la cartera que conduce Sandra Pettovello.
“Los docentes titulares exclusivos son muy pocos en el país, le están diciendo al hombre que más sabe de física, a la mujer que sociología, al profesional más formado de todos, al número uno, que lo máximo que va a cobrar”, expresó Arias. Además, aclaró que para ser docente titular y concursar un cargo, tenés que tener 20 años de formación, ser doctor. “Ese salario es como de un nivel de precariedad enorme”, afirmó.
La escala de la paritaria docente, se puede encontrar en internet en la página de la Federación Nacional de Docentes Universitarios (CONADU), que “como todo salario docente, cuenta mucho la antigüedad”, aclaró Aliaga.
«Un docente titular con dedicación “simple” sin antigüedad cobra 274 mil pesos, mientras que un ayudante de primera, que esté empezando, graduado, dedicación exclusiva, solo puede trabajar como docente cobra aproximadamente $600 mil. Es una locura”, remarcó Arias.
En el caso de un ayudante con renta simple, la decana remarcó que “estaría cobrando $153 mil” con lo cual el deterioro del salario “está haciendo que en muchas universidades haya docentes que se están yendo, se están yendo los más capacitados del país o al privado”.
Son muchísimos más los ayudantes que los jefes de trabajos prácticos o titulares dentro de las Universidades Públicas que tienen que sostenerse con un salario muy por debajo de la línea de pobreza.

Arias describió la realidad en la que viven diariamente los docentes “teniendo que conseguir muchos trabajos para poder sostenerse” y esto implica un deterioro en “la calidad y dedicación que le pueden brindar”, sin contar que buscan trabajos por fuera de la universidad y eso “es pérdida de la riqueza formativa de los tipos que más se formaron en el país”. Por lo que el panorama de la educación pública, de mantenerse esta situación, es desalentador: “Se está vaciando la Universidad”, sentenció.
La realidad de los docentes y no docentes muchas veces es ajena, pero en este momento es una situación crítica y no involucra solo a ellos. “Es llamativa la pérdida del poder adquisitivo y a eso se le suma la falta de inversión en proyectos de investigación, no solo tenés bajos salarios, sino que no tenés los fondos necesarios para poder investigar para poder hacer extensión”, añadió Arias.
En coincidencia con Aliaga, el físico explicó que “la masa salarial que el ministerio le manda cada mes a las universidades, sacado de las resoluciones del propio ministerio, comparado con el IPC. Hay una pérdida del 27,1%. Debe haber un aumento del 37,2% para recuperarla”.

En paralelo, el presupuesto para el año que viene no es para nada alentador, ya que la pérdida salarial es grande y se consolida con el presupuesto presentado para 2025. ”Es decir, el presupuesto 2025 no es peor porque ajusta más, sino porque indica que por un año más no hay perspectivas de mejoras. Eso vale también para el sector de Ciencia y Técnica”, detalló Aliaga.
Alertan que los docentes universitarios se ven obligados a dejar sus trabajos porque no llegan a fin de mes
Por la crisis presupuestaria cada vez son más los docentes universitarios que se ven obligados a dejar sus trabajos porque no llegan a fin de mes. La posibilidad de una recomposición en su salario la permitiría la aprobada Ley de Financiamiento Universitario que Javier Milei adelantó que va a derogar.
Esto genera que cada vez más profesionales no tengan otra opción más que abandonar la docencia: «No se puede mantener el sistema universitario con estos niveles tan bajos de salarios, estamos perdiendo docentes todo el tiempo, lo vemos diariamente«, expresó Valeria Levi, vicerectora de la Universidad de Ciencias Exactas de la UBA, en díalogo con C5N. Aunque aclaró que la mayoría «no deja la docencia porque no le interesa» sino porque «no llega a fin de mes».
La gran marcha universitaria fue impulsada, en un principio, por el tema de gastos de funcionamiento «que representan, según la universidad, menos del 10% o 15% del total, la mayoría son salarios». Por lo que fuera de ello, los mismos se encuentran muy atrasados.
«Los docentes con categorías más bajas, ayudante de primera y simple perdieron en lo que va del gobierno de Milei el 50% de su salario. Las categorías más bajas son las que más sufrieron, entonces con una inflación del 270%, haber perdido semejante cantidad es muy difícil hacer docencia en este estado«, añadió la licenciada.