En esta fase se reemplazará la estructura de madera por hormigón, lo que permitirá mejorar la infraestructura del frente costero.
Tras finalizar la pavimentación y desagües pluviales y la distribución y emplazamiento de luminarias, juegos y bancos correspondientes a la primera y segunda etapa, comenzó el último tramo para el reacondicionamiento de nuestro paseo costero.
En esta fase se reemplazará la estructura de madera por hormigón, a lo largo de 1400 metros lineales desde Av. Alfonsín hasta calle Costa, lo que permitirá darle mayor sustentabilidad y menor mantenimiento, mejorando la infraestructura del frente costero.
La obra comenzó con la primera etapa que posibilitó mayor comodidad en cuanto a su pendiente, dimensiones e iluminación, sin generar molestias para acceder a los domicilios particulares.
Las sendas, se extendieron en ambas manos de la avenida San Martín, entre Pedro de Mendoza y Dr. Zabala, “incorporando conceptos de cuidado del ambiente, al generar durante todo su trayecto drenajes para el agua de lluvia, consiguiendo así dos impactos positivos; el primero, reducir el caudal pluvial que alimenta la cuenca de la Avenida Intendente Majluf y el segundo, fortalecimiento de la recarga del acuífero subterráneo para la reserva de agua potable” explicó el secretario de Planeamiento para el Desarrollo Sustentable, Arq. Daniel Pedroni.
“Esta arteria en particular se desarrolló desde la segunda mitad del siglo XX de forma desordenada en cuanto a sus niveles topográficos producto de un terreno con muchas variaciones por lo que las veredas poseen desniveles muy abruptos que no permiten la transitabilidad peatonal” explicó.
“Por este motivo, las y los vecinos optan caminar por la calle a pesar de ser una arteria con un flujo vehicular muy importante todo el año”.
Financiada a través del “Plan Argentina Hace” del Ministerio de Obras Públicas de Nación, esta obra conlleva una inversión superior a los 149 millones de pesos para la ejecución de 1800 metros lineales de sendas, de entre 1.80 y 2 metros de ancho; farolas para iluminación, bolardos, accesos vehiculares y espacios verdes a lo largo de toda la traza.
“Otro impacto positivo, desde lo social, aparte de mejorar la transitabilidad es la generación de trabajo genuino para la población estable, dado que sus características técnico constructivas hacen que para su realización intervengan diversos rubros” agregó Pedroni.