Abuelas de Plaza de Mayo anunció la recuperación del nieto N°138

La titular de Abuelas dijo que “faltan encontrar muchos nietos más”, pero que “el Estado tiene que funcionar y ayudar”.

La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela De Carlotto, se refirió a la recuperación de la identidad del nieto 138, el único hallado este año.  “Las fechas se van imponiendo, pero debemos seguir”, aseguró.

Estela de Carlotto destacó que “falta mucho todavía” y que “la respuesta es no cansarse de buscar”. “Es el único nieto encontrado este año. Las fechas se van imponiendo, pero debemos seguir”, convocó.

El nieto 138 es abogado e hijo de Marta Enriqueta Pourtalé y Juan Carlos Villamayor, ambos militantes de Montoneros.

La titular de Abuelas dijo que “faltan encontrar muchos nietos más”, pero que “el Estado tiene que funcionar y ayudar”. “Los jóvenes, que son el presente y futuro nuestro tienen que saber la verdad para comprometerse”, cerró.

Quién es el nieto 138 que encontró Abuelas de Plaza de Mayo

El nieto 138, el primero recuperado sabe que es hijo de Marta Enriqueta Pourtalé y Juan Carlos Villamayor, ambos detenidos desaparecidos durante la última dictadura, y que tiene un hermano, Diego, que vive en España. «Estoy embargado por la emoción, sos muy bienvenido», se lo pudo escuchar a través de un mensaje de audio que fue transmitido en en la conferencia y en el que les agradece a las Abuelas de Plaza de Mayo: «Gracias Abuelas, son el orgullo nacional, las adoro».

Marta y Juan Carlos se conocieron en 1972 y se sumaron a Montoneros. A ella la conocían como “Negra” o “María”. A él, como Ricardo o “Negro”. Ambos fueron secuestrados en diciembre de 1976 en un operativo que una patota vestida de civil desplegó en la casa en la que ambos vivían junto al pequeño Diego, y trasladados al centro clandestino que funcionó en el Casino de Oficiales de la ESMA. Ella estaba embarazada de ocho meses y medio. No sabían el sexo, pero el bebé ya tenía nombre: Soledad si era nena; Manuel si era nene.

Sobrevivientes de ese campo de concentración la oyeron gritar a Marta: “Soy la gorda María y estoy embarazada”. La mujer fue una de las más de 30 mujeres que, hasta este momento, se sabe que parieron en la maternidad clandestina que funcionó en aquel infierno.

La patota dejó a Diego, que sabía de su futuro hermanito o hermanita, en la comisaría de Villa Ballester, de donde Pedro, el hermano de Marta, lo retiró y lo crio junto a su mamá, Rosa Pourtalé. “Le negaron toda información” de la pareja. Los Pourtalé y los Villamayor –María del Carmen Villamayor, hermana de Juan Carlos, y Carmen Morinigo, la madre de ambos– buscaron a la pareja e insistieron en saber el paradero del bebé. Morinigo entregó una denuncia de puño y letra a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos cuando llegó a Argentina en plena dictadura, en 1979, en la que denunció que su nuera estaba embarazada y la familia quería “saber qué fue del bebé”.

Por el momento, hay hermetismo en torno de la familia que arrancó al nieto 138 del cuidado de su mamá y lo apropió. En 1988, Abuelas de Plaza de Mayo denunció el caso ante la Justicia Federal. Una década después, la CoNaDi y el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) trabajaron en la “investigación del grupo familiar”. En 2007, la Justicia avanzó en la identificación del ADN del joven mediante el análisis de algunos objetos personales y en 2012, finalmente, él se acercó voluntariamente a dar sangre. El jueves conoció la verdad, aunque aún no tomó contacto con su entorno biológico. “Tiene una vida que no pensaba ser abordada por una historia como esta. Es duro escuchar que tu mamá y tu papá están desaparecidos. Tratamos de que este momento, a pesar de todo, fuera mágico”, apuntó Goncalves en la conferencia de prensa.