7 de marzo: Día de la Visibilidad Lésbica

Doce años después del asesinato de Pepa Gaitán, el Día de la Visibilidad Lésbica encuentra al movimiento LGTBIQ+ reclamando la absolución de Eva Analía De Jesús, “Higui”, procesada por haberse defendido de un grupo de hombres que intentó violarla y asesinarla a golpes.

El 7 de marzo es el Día de la Visibilidad Lésbica en Argentina en memoria de Natalia “Pepa” Gaitán, que falleció aquel día de 2010 en Córdoba, fusilada de un escopetazo por el padrastro de su novia. Fusilada por lesbiana.

En el archivo digital Potencia Tortillera se puede seguir en textos e imágenes históricas el desarrollo de las actividades que fueron construyendo el Día de la Visibilidad Lésbica a partir de 2010, una fecha elegida de manera colectiva a partir de jornadas y movilizaciones en Córdoba, que replicaron en diversos puntos del país.

Pepa Gaitán trabajaba con su madre y con su hermana brindando asistencia social en un comedor popular que era su vida. Tenía una novia y sus suegros la detestaban –sobre todo la madre de la chica- porque sostenían que la Pepa la estaba “corrompiendo” ya que “las relaciones normales son heterosexuales”. 

En un hecho que no tiene otra explicación que el odio estructural hacia las lesbianas, Daniel Torres, el suegro de la Pepa, la fusiló con una escopeta cuando la Pepa y una amiga pasaban frente la vivienda de Torres. El asesino recibió una condena a 14 años de prisión, en un juicio que acompañaron con movilizaciones y jornadas las organizaciones sociales LGTBIQ+.

Doce años después del asesinato de Pepa Gaitán, el Día de la Visibilidad Lésbica encuentra al movimiento LGTBIQ+, organizaciones feministas, transfeministas y agrupaciones de futbolistas, reclamando la absolución de Eva Analía De Jesús, “Higui”, procesada por haberse defendido en barrio Mariló (partido de San Miguel, provincia de Buenos Aires) de un grupo de hombres que intentó violarla y asesinarla a golpes. 

Escribe Flavia Dezzutto (hoy decana de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba) en 2014, en un texto titulado “Matar o morir. La visibilidad de la Pepa Gaitán y la nuestra” (Jornadas de Visibilidad Lésbica, 2014): “Nuestras existencias lesbianas se han movido durante demasiado tiempo entre dos alternativas del horror, matar o morir. Matar nuestra singularidad, acallar nuestro deseo, mutilar el cuerpo que imaginamos, el que nos nombra en su exceso, en su visible disconformidad con lo establecido. Las armas para esa muerte son puestas tempranamente en nuestras manos, el imperio de la normalidad familiar, la ley del estado que nos educa y nos regula, el dios de los sacerdotes y sus religiones que se interioriza en las conciencias y en los cuerpos”.

Morir acribillada sin posibilidad de defenderse, la Pepa Gaitán. Defenderse para no morir violada y a golpes, Higui.

Higui logró impedir que la asesinen como a Pepa. Pero la policía y el Poder Judicial la acusan como si fuera una asesina y no una persona que ejerció legítima defensa.

Este año el grito mancumando para el 7M es la absolución para Eva Analía de Jesús “Higui”, sobreviviente de otro ataque correctivo por ser lesbiana masculina y defenderse de ser violada por un grupo de hombres. 

Ser lesbiana/e visible hoy, aún implica estar en una situación de vulnerabilidad y riesgo. La resistencia al disciplinamiento de los cuerpos y del deseo que socialmente se instala desde la heteronormatividad tienen consecuencias sociales, económicas y políticas. Las desigualdades persisten.

Visibles porque se nombran y existen, siempre existieron: lesbianas, lesbianas masculinas, lesbianes, lesbianas no binarias, chongas, tortas, lesbianas madres, lesbianas fem, lesbianas aborteras y más.

En Argentina, hace varios años que tiene un corpus de leyes conquistadas por los movimientos sociales de los colectivos LGBTIQ+ que deberían garantizar una sociedad igualitaria para todas las identidades y las orientaciones sexuales. Como la Ley de Educación Sexual Integral (2006), que aún no se cumple en todo el territorio nacional; la Ley de Matrimonio igualitario (2010), la Ley de Identidad de Género (2012) y Ley Micaela de capacitación obligatoria en género para todas las personas que integran los tres poderes del Estado (2018).

También, en junio de 2021 se aprobó la Ley Diana Sacayán-Lohana Berkis, de cupo laboral trans.